martes, 26 de noviembre de 2013

La investigación acción: "No puede haber investigación sin acción, ni acción sin investigación." Kurt Lewin

LA INVESTIGACION ACCION- EDUCATIVA
Heydi Correa Anticona
Estudiante de pedagogía
IV ciclo - Inicial

INTRODUCCIÓN
El método de investigación acción, sin llamarlo así, es, sin duda alguna, el método más natural con la actividad de la mente humana en todos sus ámbitos de acción, ya se trate de los más técnicos y sofisticados o de los más corrientes de la vida cotidiana. Así, por ejemplo, los técnicos que pusieron “a punto” el avión de pasajeros CONCORDE,  no se contentaron con la realización precisa de todos y cada uno de los miles de planos, sino que lo probaron por partes lenta y calculadamente docenas de veces, corrigiendo infinidad de sectores, hasta que todo estuvo perfecto también hacemos mención sobre los miles de intentos para llegar a la luna, la invención de fármacos para contrarrestar diferentes enfermedades que nacen y evolucionan día a día, entre otros. Igualmente en la vida diaria, probamos, corrigiendo, modificando y ajustando las cosas, y yendo  hacia adelante y hacia atrás las veces que sea necesario, hasta lograr lo que deseamos.
 Consideramos que, entre los muchos factores responsables de la crisis, el trabajo del docente en el aula desempeña una función determinante. Vivimos una crisis educacional que se revela en el ausentismo, la deserción y en la repetición escolar, así como en el bajo nivel de la mayoría de los cursos y de la prueba de aptitud académica para el ingreso en las universidades, que no colman las capacidades  requeridas para dicha vocación o profesión. Que el desempeño del docente en el aula es un factor clave en la interpretación de esa crisis, se hace evidente cuando analizamos – y son muchas las investigaciones al respecto- el bajo nivel de preparación pedagógica y escasa “vocación” con que llegan muchos docentes a esta profesión e igualmente al constatar la óptima respuesta de los alumnos, en igualdad de condiciones socioeconómicas, carencias y problemas, cuando tienen maestros o profesores competentes y entregados vocacionalmente a su tarea educativa.
Analizando la investigación en la educación, como en muchas otras áreas, se puede apreciar que una vasta mayoría de los investigadores prefieren hacer investigación acerca de un problema, antes que investigación para solucionar ese problema. La investigación acción trata de realizar ambas cosas al mismo tiempo. Y la investigación acción en el aula considera que todo docente, si se dan ciertas condiciones, es capaz de analizar y superar sus dificultades, limitaciones y problemas; es más, afirma que los buenos docentes hacen esto en forma normal, como una actividad rutinaria y cotidiana. Lo que la metodología de la investigación acción en el aula trata de ofrecer es una serie de estrategias, técnicas y procedimientos para que ese proceso sea riguroso, sistemático y crítico, es decir que reúna  los requisitos de una “investigación científica”.

I.                 EL ORIGEN DE LA IAE:
La I.A, en su medio siglo de existencia, ha tomado básicamente dos vertientes: la primera, sociológica-desarrollada principalmente a partir de los trabajos de kurt Lewin (1946/1992,1948), Hilda taba (1957), por el antropólogo de chicago Sol tax (1958) y  el sociólogo colombiano Fals borda (1970), este último le imprime una connotación marcada ideológica y política; y la segunda, es  más específicamente educativa, inspirada en las ideas y prácticas de Paulo Freire (1974), en Brasil, L. Stenhouse (1988), John Eliot (1981,1990) discípulo de Stenhouse en Inglaterra y  Carr y Kemmis entre otros. Ambas vertientes han sido ampliamente exitosas en sus aplicaciones.
El origen de la investigación-acción (en adelante I.A) se sitúa en los trabajos llevados a cabo en Estados Unidos por el psicólogo prusiano Kurt Lewin en la década de los 40, a raíz de la segunda guerra mundial, por petición de la administración norteamericana. Inicialmente, se trataba de modificar los hábitos alimenticios de la población ante la escasez de determinados artículos; tiene pues su origen en la gestión pública (Gollete y Lessard-Hébert, 1988). El objetivo de estos trabajos era resolver problemas prácticos y urgentes, adoptando los investigadores el papel de agentes de cambio, en colaboración directa con aquellas personas a quienes iban destinadas las propuestas de intervención. En estos primeros momentos ya se vislumbran algunos de los rasgos característicos aún vigentes de la I.A:
1.     Ha de llevarse a cabo en colaboración con los sujetos estudiados (participación).
2.     No debe realizarse en el laboratorio (democracia).
3.     Antes y después de su desarrollo es necesario constatar las actitudes y comportamientos de los individuos (cambio individual y social).
Estas tres condiciones implican que la investigación-acción ha de tener un carácter participativo, un impulso democrático y una contribución simultánea al cambio social.
 Modelo Lewin de las tres etapas del cambio social: descongelamiento, movimiento, re congelamiento. El proceso consiste en:
  1. Insatisfacción con el actual estado de cosas.
  2. Identificación de un área problemática;
  3. Identificación de un problema específico a ser resuelto mediante la acción;
  4. Formulación de varias hipótesis;
  5. Selección de una hipótesis;
  6. Ejecución de la acción para comprobar la hipótesis
  7. Evaluación de los efectos de la acción
  8. Generalizaciones.
La  I.A, para Lewin, consistía en análisis- diagnóstico de una situación problemática en la práctica, recolección de la información acerca de la misma, conceptualización de la información, formulación de estrategias de acción para resolver el problema, su ejecución, y evaluación de resultados, pasos que luego se repetían en forma reiterativa y cíclica.
Lewin compara esta investigación-y-acción a la que desarrolla el capitán de un barco: observando la dirección del mismo, moviendo el timón, constatando los resultados de esa acción, volviendo a mover el timón, etc., hasta lograr la ruta correcta. La compara, igualmente, con el modelo médico. El médico, en efecto, a través del diálogo con el paciente, elabora un diagnóstico, prescribe un tratamiento; luego, observando la posible mejoría del paciente y otros efectos del tratamiento, reelabora y afina el diagnóstico, y reestructura el tratamiento; reelabora y afina el diagnostico, y reestructura el tratamiento; y así hasta lograr el pleno restablecimiento y la salud general del paciente.
Pero, al igual que la medicina ha llegado a ser una ciencia respetable partiendo, en general, del estudio de casos y situaciones concretas, y buscando luego el patrón de “la enfermedad”, así la I.A lograría, poco a poco, una estructura generalizable partiendo de los hechos estudiados.
Por otra parte tenemos a John Dewey con su obra de 1929, sources of the science of education (fuentes de la ciencia de la educación), ya que en ella aparecen ideas sobre el carácter democrático de la formación, el aprendizaje en la acción, el análisis sobre la acción rutinaria y la acción reflexiva, la necesidad de implicación de los profesores en los proyectos de investigación, el pensamiento reflexivo y crítico. Para Dewey (1938), los problemas básicos de la investigación son establecidos por “las propias situaciones sociales reales que son conflictivas y confusas”. También  existen otros antecedentes en el empleo de la expresión action research (investigación-acción), sobre todo en programas sociales.
A partir de aquí se desarrolla la práctica de la investigación- acción. Y ya durante la década de los cincuenta aparecen las primeras críticas y se produce una pérdida de interés en el campo educativo en ella citamos a Taba y Noel.
EL MODELO DE TABA DEL PROCEDIMIENTO DE INVESTIGACION-ACCION
Aproximadamente en la misma época en que Lewin establecía sus experimentos de dinámica de grupo en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). Hilda Taba, la autora de curriculum. Dirigía una investigación-acción a gran escala del curriculum que apuntaba a los  problemas planteados por las relaciones entre grupos en la sociedad norteamericana (taba y cols., 1952; taba y Noel, 1957). La idea de taba para un proyecto exploratorio en educación intergrupos se incubo en 1944 y los resultados se publicaron algunos años después como intergroup education in public schools (Taba y Cols., 1952). El proyecto, que se extendió desde 1945 hasta 1948, fue patrocinado por el consejo estadounidense sobre educación (american council on education), principalmente para mejorar las relaciones entre los grupos mayoritarios y minotarios por medio del desarrollo del curriculum. Esta iniciativa continuo la cuestión de la investigación- acción y las relaciones intergrupo señalada por primera vez por el grupo de investigación de LEWIN (Marrow, 1969). Sin embargo, lo importante para los teóricos del curriculum no son los nuevos materiales producidos por el proyecto, sino el interés por un enfoque científico para la investigación-acción  de este. En realidad, TABA utilizo la investigación-acción como una herramienta indispensable para los trabajadores del curriculum (Taba y Noel, 1957; Taba, 1962). El proyecto se apartaba de la elaboración tradicional del curriculum, en la medida en que pedía a las escuelas que juntaran los problemas  que valiera la pena atacar, decidieran que clase de programas desarrollar y llevaran a cabo métodos de evaluación del trabajo realizado específicos del proyecto.
EL PROCEDIMIENTO DE TABA-NOEL
Hilda Taba fue uno de los teóricos del curriculum estadounidenses más prolíficos que trabajo y escribió  a mediados del siglo (Taba y Noel, 1957; Taba, 1962). Taba aplico los cinco estadios del pensamiento  reflexivo científico de Dewey- el método científico-  a los problemas del curriculum. El proceso que perfilo tiene varias etapas: identificar problemas; análisis de problema;  formular ideas o hipótesis; reunir e interpretar datos; puesta en la práctica-acción; evaluar los resueltos de la acción. Taba y Noel advierten que no existe un compromiso fuerte con estas etapas de trabajo, no hay nada intocable y los problemas pueden incluso cambiar a medida que la investigación avanza. Por lo general, consideran esto como una secuencia que “no es prudente invertir” (Taba y Noel, 1957, pág., 12).
Sol Tax estudió en la Universidad de Chicago. Su disertación sobre la organización social de los “Fox Indians” (indios fox) se basa en el trabajo de campo en el asentamiento Meskwaki en Tama, Iowa durante 1932 – 1934. Sol Tax comenzó el “Fox Project” (proyecto fox) para ofrecer experiencias de trabajo de campo (o etnografías) a los estudiantes de antropología de la Universidad de Chicago (1948 – 1953).
Cuando se decidió intervenir en el proceso, los estudiantes y Tax se dieron cuenta que no tenían ningún tipo de autoridad legítima para imponer cambios. En respuesta a esta situación, Tax y los estudiantes desarrollaron un marco teórico para la acción que ha llegado a ser conocido como “action anthropology” (acción antropología). Los estudiantes también comenzaron a discutir acerca de los problemas que percibían cuando estaban estudiando a los “Fox Indians”. El grupo de estudiantes e informantes ideó un plan de acción y buscaron dinero a través de una fundación privada en 1953. En este momento, los estudiantes y profesores de la Universidad de Iowa se unieron al grupo de la Universidad de Chicago. El “Fox Proyect” fue en gran medida educativo al principio, pero con el tiempo llegó a incluir aspectos económicos y sociales. Se hicieron varios esfuerzos, incluyendo el programa para educación profesional “Fox Indian”. Ellos ayudaron a establecer un centro de la comunidad, querían hacer una clínica y puso en marcha una industria artesanal “Tama Indian Crafts” (Tama Artesanía Indígenas).
“Por definición, “action anthropology” es una actividad en donde el antropólogo debe coordinar dos metas, a ninguna de las cuales le delegará una posición inferior”. (Sol Tax, traducción libre)
En ese sentido, la “action anthropology” de Sol Tax fue un primer esbozo crítico para que la disciplina se vuelva una antropología aplicada. Esto quiere decir que los antropólogos ya no investiguen sólo por generar conocimiento, sino para lograr tener un impacto que los informantes consideren positivos en su vida y se pueda generar un acompañamiento. Además en su texto de cuatro páginas sobre la “action anthropology” está tratando de hacer un ejercicio de de-construcción o ruptura de lo que normalmente se había percibido de la antropología.
 Durante  la década de los sesenta la investigación-acción perdió influencia, sobre todo por la emergencia del modelo de innovación técnico “investigación y desarrollo” y la influencia conductista en los procesos educativos. Resurgirá tímidamente en los años sesenta y desde entonces su importancia ha ido en aumento en el campo educativo y, sobre todo, en el campo curricular y en la formación del profesorado (para ampliar sus orígenes puede verse  Goyette y lesard-hebert, 1987).
En esta época nos encontramos con la investigación acción  participativa (Fals Borda, 1959) y la educación popular (Freire, 1970). Corrientes provenientes de distintas disciplinas de las ciencias sociales y que convergen en un objetivo común; crear procesos sociales de transformación a partir de metodologías que hagan hincapié en la participación de las personas en la toma de decisiones sobre los problemas que deben ser atacados, las maneras en las que deben ser abordados y la evaluación de los resultados de las acciones del procesos.
Ambas corrientes metodológicas, son un conglomerado de métodos y técnicas que permiten conocer transformando (Gabarron y Hernandez, 1994).
Su desarrollo dentro de las ciencias sociales propicio, y hasta la fecha sigue propiciando, debates, en torno a la acción transformadora, la producción de conocimientos y las  formas o niveles de participación de las personas involucradas.
LA EDUCACION POPULAR
La educación popular (Freire, 1970) es una de las corrientes de intervención más difundidas tanto en Latinoamérica ( Cerullo, 1998; Wiesenfeld, 1998) como en algunos desarrollos en E.E.U.U., Canadá y Europa (Giroux, 1990; Allman y Wallins, 1997). Esta se enmarca dentro de la corriente crítica de la sociología de la educación. Realiza un fuerte cuestionamiento a los modelos tradicionales de enseñanza, mientras propone una reflexión teorica y practica acerca de estas formas de educación. Para Freire  (1970) los espacios de educación son espacios políticos, y no meros espacios neutrales de “trasmisión de conocimiento”. Esta corriente tiene como objetivo la transformación de las relaciones sociales  de dominación a través del dialogo entre educadores y educandos, otorgándole especial  relevancia a la participación de las personas en los procesos de comprensión, reflexión y acción sobre sus realidades. En síntesis, se trata de hacer evidentes las ideologías y las practicas de opresión para, así, poder transformar estas realidades de manera conjunta, de forma ideológica (Montenegro, 2001).
La educación popular apunta a lograr este proceso de problematización de carácter reflexivo (Freire, 1970) a partir del uso de diversas técnicas, dinámicas y métodos pedagógicos que permitan, como bien dice Freire (1970), conocer transformando. Sus propuestas educativas y explícitamente politizadas para la participación y transformación de las realidades de opresión, esto hace mención en su obra LA PEDAGOGIA DEL OPRIMIDO.
Este resurgir, parejo a la critica que se realiza del enfoque de racionalidad científico- técnico, ha supuesto una nueva concepción de lo que se entendía por conocimiento científico y una visión distinta de la investigación en la que la acción y la investigación, son los componentes básicos de una  tarea que no debe cifrarse solo en la acumulación de conocimiento teórico para falsear teorías sino sobre todo en la contribución a la mejora social y a la emancipación personal y colectiva de los seres humanos.   Stenhouse (1979, p. 2) nos dirá:
“La investigación-acción es un tipo de investigación en el que el acto de investigación es necesariamente un acto substantivo; es decir, el acto de interrogación es emprendido con la obligación  de beneficiar a otros y no solo a la comunidad de investigadores académicos”.
No es este el lugar más adecuado para extenderse en la historia de la investigación- acción, pero sí que me parece indicado destacar su implicación en la formación del profesorado.
La revisión de las obras que tratan sobre investigación - acción nos muestra dos líneas: una basada en el modelo lewiniano y otra en la llamada escuela inglesa. La línea lewiniana se basa en los objetivos de la investigación y establece cuatro tipos:
1.     Investigación-acción  diagnóstico
2.     Investigación-acción  participativa
3.     Investigación-acción  empírica
4.     Investigación-acción  experimental

La escuela inglesa utiliza la teoría de los intereses constitutivos de Habermas, estableciendo:
1.     La investigación-acción técnica
2.     La investigación practica
3.     La investigación-acción critica y emancipatoria
Estas dos líneas marcan el desarrollo de los diversos autores (Latorre, 1992). Holly (1985), dentro de la escuela inglesa, afirma que la aplicación de la investigación-acción puede tener un enfoque técnico (el profesor se deja guiar por expertos para “aumentar” su eficacia), o bien un enfoque práctico (donde puede existir un asesor o profesional externo, una cierta “neutralidad” y un desarrollo de los intereses prácticos), o bien un enfoque critico (que se centra en la práctica de los profesores con intención emancipatoria en un marco socioeconómico y en contextos no personalistas).
Coincidimos con algunos autores (por ejemplo Carr y Kemmis, 1988) cuando expresan que la investigación- acción va más allá de una metodología, es una  reconceptualización profunda de la relación entre teoría y práctica educativa, es la base la investigación en el enfoque crítico, tanto es así que el capítulo séptimo de uno de sus textos más conocidos (1988) lleva como título “la investigación-acción como ciencia educativa critica”. Para estos autores:
“Al contrario que el investigador interpretativo cuyo fin es la comprensión del significado del pasado para el presente, el investigador en la acción pretende transformar el presente para producir un futuro diferente. La investigación-acción es deliberadamente activista”. (carr y kemmis, 1988, p. 183)
En la investigación crítica puede haber también un asesor externo, un práctico- reflexivo, pero este adquiere un rol diferente ya que puede ofrecer posibles teorías acerca de lo que están tratando todos los participantes, teorías que no se asumen si no son aceptadas por el colectivo. Más que un solucionador de obstáculos, como podría serlo en la investigación-acción técnica, es un diagnosticador de los obstáculos que se encuentra el profesorado para que el mismo o el colectivo encuentren solución educativa más adecuada al contexto. Grundy (1991, p. 211) atribuye a esta investigación-acción emancipadora las características que se muestran en el cuadro 3.
En este sentido podría enmarcarse la definición de Kemmis y Mc taggart (1988, p. 9):
“La  investigación-acción es una forma de indagación  introspectiva colectiva emprendida por participantes en situaciones sociales con objeto  de mejorar la racionalidad y la justicia de sus practicas y de las situaciones en que estas tiene lugar”.
Para Elliott (1986, 1990), la investigación-acción es el estudio de una situación social, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de la acción dentro de esta. El mismo autor (1984,1990) argumenta que la investigación-acción pondrá sus esperanzas en una ciencia política-moral en la que existe un compromiso con la transformación de la realidad social educativa, que analizara las acciones humanas y las situaciones sociales experimentadas por los profesores, definiéndolas como inaceptables en algunos aspectos (problemáticas), susceptibles de  cambio (contingentes) y que requieren una respuesta práctica (prescriptivas). Por tanto la investigación-acción posibilitara la comprobación de ideas en la práctica para conseguir mejoras y para acrecentar los conocimientos sobre el curriculum, la enseñanza y el aprendizaje. El resultado es una mejora colectiva de lo que ocurre en la clase y en la escuela, y una mejor articulación y justificación de las  bases  educativas de lo que se realiza. La investigación-acción es una manera de trabajar  que une la teoría  y la práctica; son ideas comunes en acción. Como puede apreciarse, el análisis anterior pone énfasis en la investigación a partir  de la práctica cotidiana. Por tanto, reflexión y acción están íntimamente ligadas, de manera que no habrá que esperar ambos momentos.
La investigación-acción inaugura una línea prometedora en orden y correctamente a reconstruir y a transformar su práctica cotidiana y, además, a teorizar y revisar continuamente sus procesos educativos. Es una forma democrática de investigación que se hace por los “prácticos” y desde la práctica, en la que todos los actores participan por igual y se comprometen en cada una de las fases de la investigación, ya que se comunican entre sí mediante una relación simétrica y aceptan la diversidad de puntos de vista y las diferentes tomas de decisión.  La investigación-acción posibilita, dentro de un marco de política de colaboración, el desarrollo profesional del profesorado, su formación en nuevas habilidades, métodos y potencialidades analíticas, y  la motivación y profundización en su conciencia profesional, asumiendo alternativas adicionales de innovación y comunicación.
CORRIENTES DE LA IAE:
a)     INVESTIGACION ACCION PARTICIPATIVA._
La investigación acción participativa (IAP) surge en los años sesenta y setenta, en Latinoamérica, siendo un pilar fundamental de la psicología comunitaria; no obstante en la actualidad existen otras corrientes en el estado español (Villasante, 1993, colectivo IOE, 1993, de miguel, 1993), África (Goebel, 1998) y E.E.U.U. (Rappaport, 1977, Bettencourt, 1996, Yeich, 1996).
De Miguel (1993, p. 97) afirma:
Cuando se habla de IAP nos referimos a un modelo particular de investigación acción que se caracteriza por un conjunto de principios, normas y procedimientos metodológicos que permiten obtener conocimiento colectivo para transformar una determinada realidad social. Al igual que toda investigación, la IAP es un proceso de búsqueda del conocimiento, solo que en este caso este conocimiento se caracteriza por ser colectivo. Igualmente se pretende la aplicación de dicho conocimiento, pero en este caso dicha aplicación se orienta hacia la realidad social próxima que vive el sujeto, de ahí su carácter emancipatorio. Estas connotaciones implican que el proceso de investigaciones en la IAP deba organizarse necesariamente sobre “la acción” de un “colectivo de personas” que promueva el cambio social.
Así la IAP es una metodología que ofrece modelos de investigación acción, donde la participación  de la colectividad organizada en un proceso de investigación permite un análisis objetivo y auténtico de la realidad social. Esto es así si pensamos que la objetividad y autenticidad tienen que ver con análisis situados a la realidad social e histórica, y no con un conocimiento representacional de una realidad única y estática que deberá ser develada a partir de la relación con los expertos y expertas. No existe realidad como tal. Sino distintas realidades y aproximaciones que son construidas de manera situada, contextual, histórica y dialógica. El o la investigadora es partícipe y aprendiz comprometido en el proceso participativo, no en conocedor experto “de la realidad”. Así  se utiliza el concepto de “inserción” para proponer que él o la científica social se involucren en los procesos que estudie, como una persona militante en los procesos explícitamente políticos y explícitamente transformadores. La metodología de la IAP tiene como propósito estimular las iniciativas autogestionarias en las comunidades donde se trabaja, crear nuevas formas de organización social, dinamizar la cultura local, fomentar la creatividad, apoyar el liderazgo, y fomentar el control y poder d los grupos con los que se trabaja.  El objetivo de la intervención se basa en la transformación de las condiciones de vida delas personas participantes y de un compromiso político con el cambio social, asumiendo una injusta distribución de los recursos de la sociedad.
Para Freire (1970) los espacios de educación son espacios políticos, y no meros espacios neutrales de  “transmisión de conocimiento”. Esta corriente tiene como objetivo la transformación de las relaciones sociales de denominación a través del dialogo entre educadores y educandos, otorgándoles especial relevancia a la participación de las personas en los procesos de comprensión, reflexión y acción sobre sus realidades. En síntesis, se trata de hacer evidentes las ideologías y las practicas de opresión para, así,  poder transformar estas realidades de manera conjunta, de forma dialógica (Montenegro, 2001).
b)     INVESTIGACION ACCION COLABORATIVA._
La investigación-acción se ha promovido en los círculos estadounidenses sobre todo por medio del etilo de investigación colaborativa o interactiva, de equipos de desarrollo y de equipos de diseminación, que habitualmente incluyen a participantes de organizaciones internas y externas. Liberman y Miller (1984) defienden que la investigación-acción se redescubrió en la década de los setenta y recibió el nuevo nombre de  “investigación y desarrollo interactivos”. Esta perspectiva interactiva, o colectiva, de la investigación y el desarrollo ha recibido amplio respaldo. Las intervenciones anteriores han incluido: investigación y desarrollo interactivos sobre el estudio de la enseñanza interactive research and development on teaching study (la investigación y el desarrollo interactivo de estudio la enseñanza) (IR&DT) de tikunoff, Ward y wriffin (1979); estudio de investigación y desarrollo interactivos de la escolarización interctive research and development study of schooling  (interctive investigación y el estudio de desarrollo de la educación)  (IR&DS) de Griffin, liberman  y jacullo-noto (1983); los proyectos de investigación y desarrollo interactivos, interactive research and development (la investigación y el desarrollo interactivo)  (IR&D)  de huling y cols.,(1981), y el proyecto d investigación- acción sobre el camino en las escuelas , action research on change in schools  (investigación-acción sobre el cambio en las escuelas)  (ARCS) patrocinado por el  national institute of education  ( instituto nacional de educación) (oja,1983). Un buen ejemplo del género es el reciente trabajo de Oja y Smulyan (1989). En Canadá, la tradición norteamericana de “ investigación - acción colaborativa” tiene el respaldo se la asociación de profesores de Alberta (Alberta teachers association), y en la actualidad se dispone de una reciente colección de artículos de proyectos (Carson y Coutre, 1987), si bien la práctica allí se asemeja más estrechamente al modelo “practico” de la tradición británica de profesor- investigador que se supervisa así mismo de John Elliott que al modelo de investigación, desarrollo y diseminación interactivos de los E.E.U.U.
La colaboración implica que cada equipo participa en la planificación, la puesta en práctica, el análisis y la comunicación de la investigación, y que los miembros del equipo aportan destrezas y experiencias únicas en un proceso colectivo (Connelly y Ben-Peretz, 1980).  A menudo  los equipos se componen de profesores universitarios, profesores de distrito, administradores, personal de investigación y desarrollo de laboratorio educativo y personal de la entidad financiadora. Esta perspectiva de equipo interactiva de equipo interactivo parece ser el modo principal de realizar investigación-acción en los E.E, U.U. en la actualidad, y continúa el modo científico-positivista de investigación-acción estadounidense.
Los enfoques contemporáneos han insistido en el desarrollo de las destrezas de investigación de los profesores (Rudduck y Hopkins, 1985). Además de ayudar a los profesionales  en ejercicio a adquirir destrezas de investigación, la investigación-acción en colaborativo-interactiva seguramente aumentara la probabilidad de que los profesores utilicen sus propias investigaciones  en su trabajo y aprendan de las investigaciones de los otros, al tiempo que permitirá a los profesionales desarrollar una concepción más personal de lo que cuenta como “investigación” legitima (Ross, 1984). En los E.E.U.U., la asociación nacional de profesores de ciencias (national science teachers´association) ha emitido el llenamiento: “todo profesor, un investigador” (Butzow y Gabel, 1986). La posición contemporánea del movimiento de la investigación-acción está estrechamente relacionada con la creencia cada vez mayor en el desarrollo basado en la escuela del curriculum y del personal, la educación y la formación permanente  y los estilos cualitativos de evaluación del curriculum, especialmente la autoevaluación del profesor.
c)     INVESTIGACION ACCION CRÍTICA._
En Australia, Stephen Kemmis y sus colaboradores en la universidad de Deakin han postulado un modelo de investigación- acción educativa crítica (Mc Taggart y Cols., 1982; Kemmis, 1983; Carr y Kemmis, 1986; Kemmis y Mac Taggart, 1988). Reproducimos un esquema de este modelo en la figura 1.4.   esencialmente, la investigación- acción educativa critica rechaza la creencia positivista en el rol instrumental del conocimiento en la resolución de problemas afirmando que la investigación critica permite a los profesionales no solo descubrir los significados interpretativos que tiene para ellos las acciones educativas, sino organizar la acción para superar las limitaciones. Es una teoría crítica vinculada a la acción reconstructiva y es crítica de las teorías tanto positivista como critico-interpretativa en la medida en que son pasivas: tratan de explicar y no están vinculadas a la acción humana.
La investigación-acción educativa crítica se basa supuestamente en las categorías interpretativas de los profesionales en ejercicio. Como otras teorías críticas, la explicación de Carr y Kemmis da prioridad a una crítica de  las prácticas que frustran el logro  racional de metas. También se aparta de la investigación-acción  más convencional en función de su metodología de trabajo de  campo: hace hincapié en equipar a los profesionales con destrezas discursivas, analíticas y  conceptuales, de manera que puedan librarse del control del positivismo y de la teoría interpretativa por medio de sus comunidades de comprensión autorreflexiva  de grupo. El modus operandi es el aumento de la comprensión por medio de la crítica dura.
En Australia, se ha desarrollado un trabajo significativo de investigación acción de tipo critico emancipador en la universidad de Dekin, Kemmis y Cols.,  (1982), en the action research reader, y Kemmis y Mc Taggart (1988), en the action  research planner, han informado sobre este trabajo.
La investigación-acción crítica emancipadora percibe los problemas del curriculum como cargados de valores y preocupaciones morales, más que como puramente técnicos, y combina lo que Habermas (1972) califica como dos intereses constitutivos de conocimiento: “practico” y “emancipador”. La ciencia se convierte entonces en hermenéutica, o crítica, basada como esta en una serie  de espirales autorreflexivas de la acción humana  que oponen la retrospección de lo anterior frente a la acción  futura posible. Los teóricos críticos afirman que el positivismo ha convertido el pensamiento científico en técnico, poniendo así limitaciones sobre la razón. La investigación-acción crítica se considera como una huida de esta “tecnologización de la razón”
Fuente: Mc Taggart y Cols., 1982. Copyright Deakin university press
CARACTERÍSTICAS DE LA I.A.E
1.     La investigación- acción en las escuelas analiza las acciones humanas y las situaciones sociales experimentadas por los profesores como:
§  Inaceptables en algunos aspectos (problemáticos).
§  Susceptibles de cambio (contingentes);
§  Que requieren una respuesta practica (prescriptivas)

La investigación- acción se relaciona con los problemas prácticos cotidianos experimentados por los profesores, en vez de con los “problemas teóricos” definidos por los investigadores puros en el entorno de una disciplina del saber. Puede ser  desarrollada por los mismos profesores o por alguien  a quien ellos se le encarguen.
2.     El propósito de la investigación-acción consiste en profundizar la comprensión del profesor (diagnostico) de su problema. Por tanto, adopta una postura exploratoria frente a cuales quiera definiciones iniciales  de su propia situación que el profesor pueda mantener.
Esta comprensión no impone ninguna respuesta  específica sino que indica, de manera más general, el tipo de respuesta adecuada. La comprensión no determina la acción adecuada, aunque la acción  adecuada, aunque la acción adecuada deba fundarse en la comprensión.
3.     La investigación- acción adopta una postura teórica según la cual la acción emprendida para cambiar la situación se suspende temporalmente hasta conseguir una comprensión más profunda del problema practico en cuestión.
4.     Al explicar “lo que sucede”, la investigación- acción construye un “guion” sobre el hecho en cuestión, relacionándolo con un contexto de contingencias mutuamente  interdependientes, o sea, hechos que se agrupan porque la ocurrencia de uno depende de la aparición de los demás.
Este 2guion” se denomina a veces “estudio de casos”. La forma de explicación utilizada en los estudios  de casos es naturalista en vez de formalista. Las relaciones se “iluminan” mediante la descripción concreta, en vez de entrabes de enunciados de leyes causales y de correlaciones estadísticas. Los estudios  de casos proporcionan  una  teoría de la situación, pero se trata de una teoría naturalista presentada de forma narrativa, en lugar de una teoría formal enunciada de forma proporcional.
5.     La investigación- acción interpreta “lo que ocurre” desde el punto  de vista de quienes actúan e interactúan en la situación problema, por ejemplo, profesores y alumnos, profesores y director.
Los hechos se interpretan como acciones y transacciones humanas, en vez de como procesos naturales sujetos  a las leyes de la ciencia natural. Las acciones y transacciones se interpretan en relación con las condiciones que ellas postulan, por ejemplo, como expresiones de:
§  La comprensión que el sujeto tiene  de su situación  y las creencias que alberga sobre la misma.
§  Las intenciones y los objetivos del sujeto;
§  Sus elecciones y decisiones
§  El reconocimiento de determinadas normas, principios y valores para diagnosticar, el establecimiento de objetivos y la selección de cursos de acción.
“Lo que ocurre” se hace intangible al relacionarlo con los significados subjetivos que los participantes les adscriben. He ahí, porque las entrevistas y la observación participante son importantes herramientas de investigación en un contexto de investigación- acción.
6.     Como la investigación- acción considera la situación desde el punto de vista de los participantes, describirá y explicara “lo que sucede” con el mismo lenguaje utilizado por ellos; ósea, con el lenguaje de sentido común que la gente usa para describir y explicar las acciones humanas y las situaciones sociales en la vida diaria.
Por eso, los relatos de investigación- acción pueden ser validados en el dialogo con los participantes. Un informe de investigación  vertido en el lenguaje  de las disciplinas abstractas nunca es producto de la auténtica investigación- acción.
7.     Como  la investigación- acción contempla los problemas desde el punto de vista de quienes están implicados en ellos, solo puede ser válida a través del dialogo libre de trabas con ellos.
La investigación- acción implica necesariamente a los participantes en la autorreflexión sobre su situación, en cuantos compañeros activos en la investigación. Los relatos de los diálogos con los participantes acerca de las interpretaciones  y explicaciones que surgen de la investigación deben formar parte de cualquier informe de investigación- acción.
8.     Como la investigación- acción incluye el diálogo libre de trabas entre el investigador (se trate de un extraño o de un profesor/investigador) y los participantes, debe haber un flujo libre de información entre ellos.
Los participantes deben tener libre acceso a los datos del investigador, a sus interpretaciones, relatos, etc., y el investigador debe tener libre acceso a “lo que sucede”  y a las interpretaciones y relatos que se hagan sobre ello. Por eso la investigación- acción no puede llevarse  a cabo adecuadamente si falta la confianza basada en la fidelidad a un marco ético, mutuamente aceptado, que rija la recogida, el uso y la comunicación de los datos.

CONCLUSIONES
 La importancia de este tipo de investigación reside en que no intenta explicar de forma teórica la práctica social y educativa en general, sino aportar recursos metodológicos que ayuden a la realización de la práctica docente y profesional de la educación.
 Mediante la investigación-acción, el investigador comprometido en una auténtica investigación acción, en el aula o fuera de ella, al producir sus elaboraciones, divulgaciones, publicaciones o informes  de trabajo científico, se atiene a los procedimientos que definen el carácter riguroso, sistemático y crítico del conocimiento. Su trabajo progresa a través  de la dialéctica entre la teoría y la realidad, la recolección pormenorizada  de la información, la categorización y la estructuración rigurosa de los “datos cualitativos”, la sustentación de la veracidad de sus argumentos y la preocupación por el carácter verificable de sus conclusiones.
Por último quiero  destacar la relevancia de este tipo de investigación tan importante dentro de la educación y tan poco conocida en nuestro entorno.

WEBGRAFIA:
·       http://es.wikipedia.org/wiki/Sol_Tax
·       http://issuu.com/oscarmartinez2/docs/ciencias_y_arte_en_la_metodolog_a_cualitativa



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